¿Cuántas veces te sentí ajena?
Fueron las mismas que quise olvidar que pertenecías a otros brazos y mi deseo fue más fuerte, quise traerte a mi lado, sin más ambición que un instante, sin principio ni fin, sólo el deseo fiel de los amantes que se entregan al placer arrebatado, grave error, me enamoré
No es un error enamorarse Máximo, quizás el error sea el no aceptar que no es para nosotros
ResponderEliminarBesos
Ajena y propia son conceptos más cercanos de lo que parece, Max. Pues perteneciendo a Otro, podrían ser cercanas a ti y en ocasiones ser tuyas en parte, pues nada ni nadie nos pertenece por completo. Pero tal cosa no impide que, con Su beneplácito, podamos gozar del placer de sus encantos.
ResponderEliminarRecibe un cordial saludo desde La Mansión